La Fiscalía investiga a una guardería por dar un solo menú para cada tres niños
El Ministerio Público requiere a la delegación de Educación para que adopte medidas cautelares y garantice que se satisfagan las necesidades de los niños · Los padres denuncian hoy el caso en el juzgado de guardia
D. J. Geniz · J. Muñoz | Actualizado 31.05.2011 - 19:03 La Fiscalía ha abierto una investigación a una guardería conveniada de Sevilla Este ante los indicios de que los niños de hasta 3 años allí escolarizados estén recibiendo menos comida de la que sus padres están pagando, lo que ha motivado trastornos alimenticios y problemas de crecimiento de algunos menores. El Ministerio Público envió el pasado viernes a la delegación provincial de Educación un oficio en el que requiere a la Administración para que adopte medidas cautelares para garantizar que se satisfacen las necesidades de los menores, todo ello sin perjuicio de las responsabilidades incluso penales que pudieran derivarse de esta situación. Las familias denuncian que no conocen a día de hoy la cantidad de alimentos que se les ofrece en el comedor de la escuela, a pesar de que la Administración educativa corroboró esta circunstancia en marzo. Los padres presentan hoy una denuncia en el juzgado.
Los hechos se remontan a principios de marzo pasado, cuando una inspectora de la delegación de Educación se personó en la escuela infantil Las Tres Torres ante una denuncia en la que se alertaba de que se estaban cometiendo "irregularidades" en el suministro de alimentos. Según señalan los padres afectados, el personal del centro impidió en un primer momento que la inspección entrara al comedor al no encontrarse la directora, actitud que luego depusieron. Una vez dentro, la inspectora contó los niños que había en el comedor (33) y comprobó que la cantidad de comida repartida era insuficiente. Acto seguido reclamó el albarán de los menús, documentación que también fue denegada alegando que ese día "no se había recibido" por parte del catering que los sirve. La funcionaria se puso en contacto con la empresa Colecatering, con la que la guardería tiene contratada dichos servicios y donde le informaron de que el albarán se había entregado "como se hace por obligación diariamente", informándole de que esa jornada se habían repartido 4 menús pasados (para bebés) y 6 enteros, cantidad con la que se dio de comer a más de 30 niños. La inspectora levantó acta, dejó una copia en la guardería y abrió un informe que fue remitido al delegado de Educación, Jaime Mougan, quien, tras consultarlo con la asesoría jurídica de su departamento, lo envió directamente a la Fiscalía hispalense, que decidió abrir un expediente de protección de Menores para paliar las deficiencias denunciadas.
A pesar de la denuncia y de la inspección, la situación en cuanto al número de menús que se piden por parte de la guardería se ha mantenido igual en los últimos meses.
La noticia sobre la investigación de la Fiscalía no llegó a los padres hasta hace dos semanas, cuando la persona que denunció los hechos les informó de todo el proceso. Las familias se reunieron con la inspectora educativa que lleva el caso, quien les confirmó los hechos y les aseguró que va a intentar volver a la guardería para comprobar si las "irregularidades" continúan. Los padres también se pusieron en contacto con Colecatering, donde les señalaron que siguen entregando los mismos menús y que no tienen conocimiento del número de niños matriculados en el comedor. Por último, acudieron a la Fiscalía, que ha iniciado una investigación para determinar si los hechos pueden ser constitutivos de algún delito.
La Administración educativa, por su parte, ha confirmado los hechos y alega que no habían tomado ninguna medida hasta ahora a la espera de que fuera la Fiscalía la que se pronunciara sobre el asunto. La falta de respuesta ha indignado a los padres, que no entienden cómo se ha tardado tres meses en actuar.
Los hechos se remontan a principios de marzo pasado, cuando una inspectora de la delegación de Educación se personó en la escuela infantil Las Tres Torres ante una denuncia en la que se alertaba de que se estaban cometiendo "irregularidades" en el suministro de alimentos. Según señalan los padres afectados, el personal del centro impidió en un primer momento que la inspección entrara al comedor al no encontrarse la directora, actitud que luego depusieron. Una vez dentro, la inspectora contó los niños que había en el comedor (33) y comprobó que la cantidad de comida repartida era insuficiente. Acto seguido reclamó el albarán de los menús, documentación que también fue denegada alegando que ese día "no se había recibido" por parte del catering que los sirve. La funcionaria se puso en contacto con la empresa Colecatering, con la que la guardería tiene contratada dichos servicios y donde le informaron de que el albarán se había entregado "como se hace por obligación diariamente", informándole de que esa jornada se habían repartido 4 menús pasados (para bebés) y 6 enteros, cantidad con la que se dio de comer a más de 30 niños. La inspectora levantó acta, dejó una copia en la guardería y abrió un informe que fue remitido al delegado de Educación, Jaime Mougan, quien, tras consultarlo con la asesoría jurídica de su departamento, lo envió directamente a la Fiscalía hispalense, que decidió abrir un expediente de protección de Menores para paliar las deficiencias denunciadas.
A pesar de la denuncia y de la inspección, la situación en cuanto al número de menús que se piden por parte de la guardería se ha mantenido igual en los últimos meses.
La noticia sobre la investigación de la Fiscalía no llegó a los padres hasta hace dos semanas, cuando la persona que denunció los hechos les informó de todo el proceso. Las familias se reunieron con la inspectora educativa que lleva el caso, quien les confirmó los hechos y les aseguró que va a intentar volver a la guardería para comprobar si las "irregularidades" continúan. Los padres también se pusieron en contacto con Colecatering, donde les señalaron que siguen entregando los mismos menús y que no tienen conocimiento del número de niños matriculados en el comedor. Por último, acudieron a la Fiscalía, que ha iniciado una investigación para determinar si los hechos pueden ser constitutivos de algún delito.
La Administración educativa, por su parte, ha confirmado los hechos y alega que no habían tomado ninguna medida hasta ahora a la espera de que fuera la Fiscalía la que se pronunciara sobre el asunto. La falta de respuesta ha indignado a los padres, que no entienden cómo se ha tardado tres meses en actuar.
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